BLB

Sólo soy yo, yo y lo que pasa por mi cabeza. Mi vida momento a momento.

sábado, 30 de marzo de 2013

El motivo de esta carta es pedirte que no vuelvas.

"Hoy me he levantado y el dolor me ha apretado los dientes"


Si soy buena y miento, te diría que ojalá fueses muy feliz con ella, que te la mereces. Si soy mala y te digo la verdad, te diría que nunca vas a encontrar a alguien como yo, alguien que te quiera tanto, que para ella sólo eres uno más y que te arrepentirás de todo esto. Por experiencia, sé que en estos casos es mejor mentir y que te des cuenta por ti mismo de las cosas. Y aunque yo no esté ahí para ver la hostia que te vas a dar, sé que tú te acordarás de mi.

Besos de Judas.

Me paso el día mirando al pasado, e intentando recordar cómo es el sentimiento de felicidad. Recuerdo que hubo un tiempo en el que era feliz, en el que me levantaba con ganas, con un motivo. Las cosas han cambiado tanto...yo misma he cambiado tanto, me he convertido en lo que odiaba. Es más, estoy segura de que si hablases conmigo ni me reconocerías. Pero ¿qué puedo hacer? El tiempo pasa, los sentimientos se enfrían y te das cuenta que el mundo no está hecho para los que tienen un corazón de oro, ni para los que lo dan todo por una persona porque ya sabes, "siempre pierde el que quiere más", así que ¿qué queda? Nada. Lo único que podemos hacer, tras tan terrible hostia que nos damos contra la propia vida, es ponernos una tirita, hacer que nuestro corazón se vuelva de hielo y pensar en nuestro futuro, porque, de todos modos, peor no pueden ir las cosas.

Las victorias nunca pasan por mi lado.

Cuando todo te va mal, siempre piensas que al menos la tienes a esa persona que siempre va a estar ahí. Pero ¿y cuando esa persona ya no está? ¿cuando no te queda absolutamente nada? Ahí te das cuenta que estás sola contra el mundo. Un mundo el cual te odia y sabe lo débil que eres. Es una batalla perdida. Y lo peor es que lo sabes.