Eso de olvidar lo que no es tuyo.

Muy pocas veces nos damos cuenta de lo que tenemos. Esperamos a perderlo sin pensar en las consecuencias. Una vez que lo hemos perdido, valoramos lo que teníamos, pero ya es demasiado tarde. Ahora lo que queda es llorar por no saber apreciarlo, pero lo que pasa es que tú mismo te lo has buscado, tú decidiste no conservar lo que tenías, y ahora, ya no tienes nada.