Está claro que tenemos y tendremos épocas difíciles, porque aceptémoslo, así es la vida y todos somos humanos. Pero te garantizo que aún en el peor día de tu vida, en el que no quieras hablar con nadie, estés malhumorado y seas la persona más borde del planeta, yo seguiré ahí, a tu lado, dispuesta a sacarte una sonrisa, por mucho que me cueste.
Habrá gente que piense que soy una tonta, y que doy más de lo que recibo, pero bueno, la opinión de los demás siempre me ha importado bastante poco. Yo sé lo que quiero, y sé que todo en esta vida, cuesta.
También hemos de tener en cuenta, todo lo que hemos pasado, y que seguramente, nos conozcamos mejor entre nosotros, de lo que nos pueda llegar a conocer nadie. ¿Y qué vamos a hacer? ¿Tirar todo por la borda al más mínimo bache? Claro que no, tenemos que estar ahí, al pie del cañón, en todo momento.
Y joder, somos dos, tú y yo, ¿por qué vamos a necesitar a alguien más, si ya nos damos todo lo que necesitamos?
A veces, en la vida, hay que apostar por las cosas en las que creemos, en las que hemos puesto confianza, y la mayor parte de nuestro tiempo, aunque no estemos muy seguros de cómo va a salir la cosa, porque imagínate que por tus dudas estás perdiendo tiempo de estar con la persona con la que serías más feliz del mundo, ¿no te daría rabia? Y bueno, si las cosas salen mal, si no todo sale como lo planeado, al menos tendremos la certeza de que lo hemos intentado, ¿no?
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